Normalización de la violencia en el Centro- Escola Catalònia

Normalización de la violencia en el centro

Nos dirigimos a ustedes para manifestar nuestra preocupación por la aparente normalización y tolerancia a la violencia por parte del centro. El centro escolar debe ser un entorno donde la seguridad de los niñ@s sea la prioridad. Sabemos que el acompañamiento y ayuda a los menores que requieren de atención especial es prioritario, así como su protección. No obstante, consideramos de gravedad los sucesos que a lo largo del curso nuestros hijos han compartido con nosotros. Así como la gestión pasiva y despreocupada que desde el centro se desprende. El acompañamiento a los niños que por lo general inician este tipo de situaciones es constante, o al menos, así se traslada, durante el transcurso de las clase; en el aula. No es así, durante la horas libres, cuando parece que la vigilancia o acompañamiento se relaja notablemente y se producen situaciones que algunos de los niños han llegado a normalizar, dado que no hay consecuencias. ¿Ese es el mensaje que queremos trasladar a los niños? Es correcto proteger a los niños con necesidades especiales, ¿y al resto? Tampoco es que se proteja a los niños con necesidades especiales y vulnerables del centro, sí a los que manifiestan problemas de conducta. Son varios los incidentes de los que hemos sido conocedores a través de nuestros hijos, y es sorprendente el detectar que los niños que llevan más tiempo en el comedor, no reportan a las familias. ¿Lo habrán normalizado? Los niños están siendo espectadores de situaciones extremadamente violentas, sin gestión, control ni mediación alguna por parte de los adultos. Se han dado agresiones que han finalizado cuando el menor agresor se ha desahogado al completo, o ha decidido por si mismo que era suficiente. ¿Dónde están los profesores en ese momento? Hay niños que reconocen, al menos algunos, que ese tipo de actitudes no son correctas, pero tienen miedo a denunciarlas por posibles consecuencias por parte de los niños agresores. Le preguntamos después al niño que ha propinado las patadas cómo se siente? Quizás lo oportuno es evitar que la agresión se produzca. Digo quizás, igual estoy equivocada. Será que me enseñaron a normalizar el respeto por los demás. Dónde están los profesores, o monitores, cuando un niño accede a un objeto punzante? Dónde están los profesores, o monitores, cuando un niño le da un baño a un niño de infantil? Dónde están los profesores, o monitores, cuando un niño llena una bolsa de agua y la tira sobre el primer niño que se le cruza? Dónde están los profesores, o monitores, cuando un niño persigue a otro con un cuchillo? ¿Y cómo un niño a accede a un cuchillo? Dónde están los profesores, o monitores, cuando un niño coge por el cuello a otro y le acorrala contra la pared? Tenemos que protegerlos, ¿o enfrentarles directamente al problema? La madurez de los niños, acogiéndonos al lema de la escuela (cada uno a su ritmo) no es la misma. Igual no les estamos haciendo ningún favor normalizando estas situaciones.